Entre pensamientos y desvaríos - por Daniel Aníbal Galatro
Cuando un individuo se pone a pensar, actividad que nos atribuimos los seres humanos presumiendo de que el resto de los seres vivos no puede realizarla, cosas diversas pueden suceder.
A veces el tipo escribe que fuerza es igual a masa por aceleración y queda en la historia como fundador de la física moderna. Otro dice que gobernar es poblar y le hacen monumentos en su memoria. Pero la mayoría de nosotros no expresa nada que interese al resto y con eso su pensamiento es brillante como un fuego de artificio que parece que va a cambiar el mundo pero pierde su pólvora y cae lastimosamente en medio de la misma oscuridad que vio nacer esa idea.
Fue un 23 de junio de 1983 en que tomé la lapicera y puse por escrito ideas que quería fueran analizadas por un hombre muy especial que tuve la suerte de frecuentar durante años: León Manuel Troffé. Con él pensábamos (generalmente él) y desvariábamos (generalmente yo) sobre cuando tema pudiera interesar a nuestras almas inquietas, es decir, sobre todos los temas. Y, para molestia de algunos, satisfacción de otros y desconocimiento de la mayoría, sosteníamos tenidas como las de los antiguos payadores, no estando de acuerdo en muchas cosas pero respetando cada uno la posición del otro. Aprendí mucho con ese individuo poco común al que por suerte supe aprovechar durante largo tiempo.
Escribí 10 páginas, de las cuales tengo ante mí la 8, la 9 y la 10. ¿Por qué las tengo yo si las escribí para él? Supongo que luego de leerlas me las devolvió con sus comentarios, que también andarán por alguna parte. Pero hoy, cuando tengo los años suficientes como para que la sociedad "haga como que" me respete, puedo reproducir esos pensamientos, a la espera de las 7 páginas por ahora faltantes que en cualquier momento encontraré en mis archivos, si así está signado que ocurra.
Comencemos entonces por la segunda parte, porque es lo que hay (Ricardo de Charras diría). Y quizá mis amigos lectores se salven de conocer la primera, si deben salvarse, o aparezcan esos manuscritos y entonces se vean en la obligación de leerlos, obligación surgida solamente del afecto que me tienen y les tengo.
Inicia con un "Prosigamos" que confirma que viene de algo anterior. Y sigue así:
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Prosigamos. ¿Qué es lo que diferencia al hombre del resto de la "creación"? Su capacidad para tener conciencia de su propia existencia, investigarse e investigar el mundo que lo rodea.
Ejercita una elevada actividad intelectual y es ella la que le permite sobrevivir, puesto que en todo lo demás es inferior a otros animales, a plantas y a seres inanimados.
Es más inteligente que el resto de los habitantes del planeta. Posee la aptitud de sublimar la energía transformándola en "pensamientos", recuerdos registrados en su cerebro superdesarrollado a los que puede convocar para emplearlos tal cual son o utilizarlos como base de nuevas ideas resultantes de la combinación de las aprendidas.
El proceso intelectual es energético. Se consume glucosa para liberar su energía desviándola hacia la captación de datos externos (vía sentidos). El proceso de toma de datos y su registración en forma de cadenas proteicas (por medio del ARN) consume parte de la energía. La información adquirida se aloja en el subconsciente y es traída en forma parcial al consciente del sujeto, en forma voluntaria o involuntaria.
Cuando el individuo "piensa" o "recuerda" efectúa una labor de transferencia de información al área consciente (o el consciente va hacia la información almacenada). Efectúa un trabajo que consume energía (más glucosa) creando diferencias de potencial eléctrico que provocan la migración de electrones por su sistema nervioso. Es información codificada que se moviliza y reacomoda en el cerebro del individuo y es capaz de provocar reacciones motrices. Actúa como estímulo endógeno que a veces solamente tiene respuestas internas y otras veces también externas.
Aquí tenemos un gran consumidor de las energías humanas: el proceso intelectual. Y aquí también se genera una pérdida de energía hacia el medio externo.
Toda actividad intelectual genera una emisión electromagnética, lo que se ha dado en llamar "energía mental". Esta puede ser de alta o de baja intensidad, y de variadísimas longitudes de onda. La gama propia de un sujeto dependen del su circuito generador y éste es un conglomerado de células inmersas en un caldo bioquímico variable. De todo eso saldrá, en cada oportunidad, una determinada frecuencia de emisión con una determinada altura de onda.
Otro sujeto puede captar la emisión por simple resonancia y se produce entonces lo que llamamos "telepatía".
Un buen emisor es generalmente un individuo de alta actividad intelectual (genera ondas intensas y en gran número). En cambio, los receptores captan mejor cuanto más pasivos se encuentren.
¿Qué ocurre con las ondas electromagnéticas generadas por el ente pensante? Pasan al sistema 0 (cero). Pero toda la energía del sistema 0 es a veces "legible" para un individuo que resuene en la frecuencia correcta. Por tanto, el fenómeno telepático puede darse con intervalos enormes de tiempo y distancia.
El individuo capta voluntaria o involuntariamente, información relativa a hechos o circunstancias, pensamientos e ideas que nunca generó por su propia actividad. Esa es la llamada "inspiración", por ejemplo, que le trae ideas o bases para la generación de nuevas ideas.
Einstein pudo captar las bases de sus teorías mientras dormía y generar subconscientemente una estructura organizada y sintética para ellas. Estaba preparado, tenía los conocimientos previos necesarios para comprender y utlizar lo que captaba. Miles de otros seres pudieron captar esa misma información errante pero la dejaron pasar sin utilizarla pues no les era posible (?) comprenderla y mucho menos emplearla.
Nota: El signo de interrogación fue adicionado por Troffé al original mientras lo leía.
Esa es también la base de supuestas vidas anteriores. Es solamente captación de la información generada por otra persona, en otro tiempo y lugar. Pero solamente se vive una vez como ente individual. No se reencarna el individuo pero sí se recapturan permanentemente ideas anteriores para emitirlas luego más elaboradas.
Existe, entonces, la comunicación con los muertos, pero no son ellos mismos quienes nos hablan. Son sus ideas, pensamiento y sentimientos que un medium puede captar y reconocer. Por eso hablan siempre de cosas pasadas y no han evolucionado, salvo que esa idea haya pasado ya por un cerebro transformador, por ejemplo el del mismo medium o el de alguno de los asistentes. (?) (de Troffé), Los seres que mueren dejan de emitir. (?) (de Troffé).
A veces se producen interesantes fenómenos que la gente llama "paranormales", aunque no son fuera de lo normal sino que no se producen con frecuencia. (?) (de Troffé).
Un individuo puede generar ondas que hagan entrar en vibración objetos cercanos o inclusive desplazarlos. Solamente en casos muy especiales el fenómeno es controlable a voluntad o se produce a grandes distancias (telekinesia).
¿Qué fotografía la cámara Kirlian? Energía de baja frecuencia, que es generada por la actividad vital.
Todos los entes del sistema 1 son convertidores de energía. Y como tales actúan en miles de millones de formas diferentes
Un individuo puede aprender en mayor o menor grado a manejar su actividad energética. Eso es lo que hace a los lamas desarrollar técnicas especiales: la contemplación (para captar información del exterior y aprender sin estudiar tanto) (?) (de Troffé), el ayuno y sacrificio corporal (para disminuir el consumo en otras regiones del cuerpo y derivarlo hacia "el espíritu"), etc. Y muchos otros casos que Ud. ya conoce mejor que yo.
Sigo esperando sus preguntas.
Daniel
23/6/83
(En Ensenada)
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Bien, ya está. También yo espero sus comentarios, amigo lector.
danielgalatro@gmail.com
Un saludo afectuoso
Daniel.
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