En tanto un hombre habite el Universo
conteniendo alguna forma de alma
que sea capaz de generar pasiones,
la llama del amor y su energía
a esa existencia brindarán razones.
Quizá el amor del siglo venidero
no será similar al sentimiento
que en tí y en mí inunda lo profundo
al evocar mujer, hijos, amigos,
o algún Ser Superior creador del mundo.
Tal vez mañana el hombre sólo ame
aquél o aquello que se le permita,
y que no atente contra su eficiencia
ni le provoque estímulos espurios
que de su tiempo signifiquen pérdida.
De cumplirse un presagio tan oscuro,
viéndose así privado de ser libre
para elegir en quién pondrá su afecto,
volverá la mirada a este pasado
donde le aguardan, con amor, mis versos.
Daniel Aníbal Galatro
Circa 1999
De "Poemas finiseculares"
Ensenada - Buenos Aires - Argentina
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