Que el tiempo de Carnaval es desde siempre una época breve del año, apenas unos muy pocos días, lo sabemos bien. Que siempre nos prometemos que lo que tendrá de breve lo tendrá de intenso, también.
Y que rara vez logramos una historia carnavalesca que satisfaga nuestra expectativa previa se suma a estas constantes.
Pero los artistas no necesitan que todo ocurra exacta y precisamente en esos días y pueden preparar las obras con tiempo a fin de preparar las cosas, o realizar su labor luego de transcurrido el Carnaval, a modo de recuerdo de lo que quizá les haya sucedido.
La pintura, la música, las artesanías, la poesía, la escultura, saben esperar. Para que luego nosotros, espectadores, nos asomemos en el tiempo propicio o en cualquier otro momento a ser receptores de esas obras que quedarán para reiterar nuestra admiración nosotros hoy o hacerla surgir en las generaciones venideras.
Dicen los que saben que el Carnaval es una excusa válida para la creación. Brinda un entorno fantástico que alimenta la tendencia natural de un artista a desbordar realidades, a superar limitaciones, a derribar barreras. Y entonces aparecen obras de todo tipo que nos sorprenden muchas veces más que las que derivan de situaciones que podríamos llamar "más normales".
Si eres artista y por estos tiempos no has creado nada vinculado con el Carnaval ni tienes en mente crearlo prontamente, entonces te desafiamos a hacerlo. Porque queremos más de tu trabajo que se alimenta de ese raro don que se te ha metido en las venas y te ha hecho un ser humano diferente capaz de expresar lo que siente, y lo que otros sienten y no saben expresar.
El arte, maldición o bendición, o quizá ambas al mismo tiempo, levanta su temperatura en estos tiempos de Carnaval. No te resistas a hervir con él en ese caldero que permite elaborar obras humanas con un toque sobrenatural que ennoblece a toda una especie que, sin el arte, no valdría mucho.
Recuerda que muchos de quienes te conocemos lo estamos esperando. Y mucho que no te conocen y que tal vez aún ni siquiera han nacido también lo esperan.
Daniel Aníbal Galatro
24/01/2010
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